Los carbohidratos son el centro de las discusiones cuando se trata de dietas. ¿No se puede comer carbohidratos de noche? ¿Tengo que quitarlos de mi dieta? ¿Qué es la dieta low carb? ¿Es la solución definitiva para adelgazar?

De hecho, los carbohidratos son el centro de atención en el mundo de la nutrición y acaba ganándose un lugar en las portadas de las revistas, en los post de las blogueras famosas, en las conversaciones entre amigas, un intercambio de ideas en el mercado. Al final, hoy en día cuando buscamos un tema de conversación, siempre acabamos hablando de dietas: lamentablemente, nos enfocamos en lo que no podemos comer.

Bueno, antes que nada, me gustaría abordar el tema de los carbohidratos y dirigirnos hacia lo que es la dieta low carb. Antes de demonizar al pobre carbohidrato, ¿qué tal entender el papel que tiene en nuestra alimentación?

El carbohidrato es una de las principales fuentes de energía del ser humano y está presente en diversos alimentos: panes, pastas, arroz, frutas y verduras… Siendo así, además de darnos energía, este nutriente también es esencial para la realización de varias funciones metabólicas. El carbohidrato es una fuente rápida de glucosa, que es nuestro combustible. Tu cerebro se alimenta de glucosa, así como tus músculos, células, etc.

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¿Qué es la dieta low carb?

No hay que hacer mucho esfuerzo para encontrar la respuesta sobre lo que es la dieta low carb, al final, lo que no falta en internet son orientaciones sobre las dietas de moda. Esta es una más de aquellas dietas. Como el propio nombre ya lo dice, el régimen low carb está basado en reducir el consumo de carbohidratos al mínimo posible. En lugar de eso, se incluyen alimentos ricos en proteínas y grasas.

Ya tomé partido muchas veces en contra de las dietas que excluyen un grupo completo de alimentos, este caso no será diferente. Al final, ¿qué es la dieta low carb? En la mayoría de los casos, low carb no deja de ser una dieta restrictiva y las dietas restrictivas no funcionan porque no son sustentables a largo plazo. Estas dietas interfieren en tu relación con la comida, especialmente con los carbohidratos; además, pueden hacernos perder el control cuando volvamos a comer.

No te engañes, aunque consigas mantenerte enfocada, es poco viable pasar el resto de la vida sin comer pan, pastas y arroz.

¿No comer carbohidratos realmente adelgaza?

La respuesta a esa pregunta es matemática: claro que excluir todas las fuentes de carbohidratos de tu alimentación hará que adelgaces de inmediato. Sin embargo, eso no es un proceso saludable: la ausencia de este nutriente es percibida por tu cuerpo como una agresión. Delante de esta situación, tu organismo va a buscar sobrevivir derritiendo sus reservas para compensar los nutrientes y la energía que le está faltando. Por supuesto, te despedirás de un poco de grasa pero también de un poco de masa muscular. Perder músculo no es algo que debamos celebrar en términos de salud.

Me complace recordarte que tu cuerpo percibe cualquier dieta restrictiva como un periodo de escases, de inanición. Para defenderse, tu cuerpo intentará adaptarse y aumentará tu apetito y enlenteciendo tu metabolismo. Es por esto que el 95% de las personas que hacen dieta restrictiva acaban recuperando el peso perdido.

¿Los carbohidratos engordan? ¿Se pueden comer de noche?

¡Haz las paces con los carbohidratos!

La pregunta “¿qué es la dieta low carb?”, la verdad es bien antigua. Esta sólo aparece con un disfraz diferente cada cierto tiempo porque eso es parte de las estrategias del mercado de las dietas: demonizar alimentos o grupos alimentares. La mala fama de los carbohidratos cobró fuerza en la década del 70 con la dieta de Robert Atkins, que justamente vendía la idea de que los carbohidratos eran la principal causa de obesidad en el mundo. Es decir: ¡eliminen los carbohidratos, coman proteínas y grasas y adelgacen!

¿Te parece que eso tiene sentido? En base a la ciencia y a mi experiencia, no creo que eso pueda contribuir para una pérdida de peso saludable ni para tener una buena relación con la comida. Lucho diariamente para desarmar la idea de que existen alimentos buenos y malos. El carbohidrato por sí mismo no es el culpable por la epidemia de obesidad que hay en el mundo.

La verdad es que nos excedemos en nuestro día a día, necesitamos disminuir el consumo de azúcar añadida. No es tan fácil, ¿verdad? La raíz es mucho más profunda.

En lugar de quitar todos los carbohidratos, intenta comer de todo un poco. Conoce aquí el curso online Efecto Sophie que he desarrollado para ayudarte a mejorar tu alimentación y revalorar tus señales de hambre y saciedad.

¡La variedad lo es todo!

 Volveré a repetir el “mantra” ya ampliamente conocido por quien busca el equilibrio: “todo en exceso hace daño” Pero restringir totalmente tampoco es el mejor camino porque no es fácil gerenciar este tipo de dieta para el resto de la vida. El pan o el arroz, por ejemplo, son algunos de los alimentos más presentes en nuestra cultura. Y ni qué decir de la pizza, ¡un símbolo de fiesta y de celebración!

Lo que propongo siempre es una alimentación equilibrada y variada, ¡claro que puedes comer carbohidratos! Si sólo te alimentas de carbohidratos, por supuesto que vas a tener grasa acumulada. Esto y lo que es la dieta low carb son comportamientos extremos. Ahora, si puedes incluir más verduras y frutas, combinar una alimentación variada a lo largo del día, respetar las señales de hambre y saciedad y, hidratarte básicamente con agua, estarás en el camino para llegar a tu peso saludable, que probablemente no sea el peso o las medidas que exigen en las redes sociales o en las portadas de las revistas. ¡Eso está bien!

¡Enfócate tu salud y no en tu peso! Intenta priorizar los alimentos in natura y disminuir el consumo de industrializados. Variedad y placer son las palabras clave para quien quiere hacer las paces con su propio cuerpo: comiendo de todo un poco, con moderación, el día a día será más agradable y el sentarse a comer volverá a ser un placer.

 Bon appétit!