¿Qué comer?

Agua con limón en ayunas: 3 mitos y 2 verdades

Basta con hacer una búsqueda rápida en Google para encontrar los innumerables beneficios de tomar agua con limón en ayunas. Las promesas son muchas y van desde bajar de peso, “detox” del hígado, regular el pH sanguíneo e intestinal, mejora la digestión, refuerza el sistema inmunológico… en fin, ¡la lista es infinita!

Pero…

¿Beber agua con limón en ayunas es tan maravilloso como parece?

¡Ahí está el peligro!

Como ya lo había mencionado, ¡ningún alimento, por sí mismo, es capaz de engordar ni adelgazar ni provocar curas milagrosas!

La lista de beneficios y promesas que se difunden por ahí no hacen más que confundir a las personas, atraer “likes” y seguidores o como marketing de alguna empresa que pretende lucrar a costas de fomentar este tipo de tendencias. Con mucha tristeza debo aceptar que incluso algunos profesionales de la salud están involucrados en difundir este tipo de información sin fundamento. Desde el punto de vista científico, no existe nada que justifique el consumo de agua con limón en ayunas.

Pero, ¿y todos los beneficios que se divulgan por ahí?

Para aclarar esta cuestión, de una vez por todas, vamos a desmitificar uno por uno los dichosos “beneficios” promovidos por el consumo de este brebaje mágico:

  • ¿Beber agua con limón en ayunas adelgaza?

¡MITO! Ni adelgaza ni engorda.

El fundamento que usan para promover esa información sería que la pectina (un tipo de fibra) existente en el limón, podría aumentar la saciedad y así hacer que comas menos, favoreciendo así que pierdas peso. Sucede que la pectina del limón se concentra principalmente en la cáscara, la minúscula cantidad de pectina en el zumo de limón no es suficiente para promover el mentado beneficio.

¿Quieres consumir más fibras? Te sugiero que optes por frutas como la manzana con cáscara, un racimo de uvas o una mandarina. Estas sí, te van a dar un porción razonable de fibras.

  • ¿Favorece un “detox” de la sangre?

¡MITO! Repite conmigo: ¡No existe ningún alimento detox! Tu hígado hace ese trabajo naturalmente.

Y nada de pretender que sea tu salvador después de un fin de semana de excesos. No es agüita con limón lo que necesitas en ese momento. Lo mejor que puedes hacer es mirar hacia adelante, reevaluar tu alimentación y ajustarla según sus sensaciones de hambre y saciedad.

  • ¿Equilibra el pH de la sangre?

¡MITO! ¡El más grande y absurdo de todos!

La sangre de los seres humanos es una solución con pH autorregulable, posee mecanismos propios que garantizan que el pH sea estable y adecuado. Este equilibrio es vital para todos los procesos bioquímicos y fisiológicos que ocurren en nuestro cuerpo. La naturaleza es muy sabia, que no quepa la menor duda…

  • Refuerza el sistema inmunológico

Verdad. El limón es rico en vitamina C, que es un elemento esencial para el sistema inmunológico.

Me gustaría dejar claro que puedes conseguir tu dosis de vitamina C mediante la ingesta de una gran variedad de frutas y verduras frescas como naranja, fresa, kiwi, pimiento, brócoli, etc.

  • Mejora la digestión

Verdad. El ácido cítrico presente en el limón consumido en ayunas podría aumentar la secreción de ácidos gástricos, ayudando a la digestión.

Estos son sólo algunos de los mitos y datos asociados al consumo de agua con limón en ayunas.

Como nutricionista, te puedo asegurar que una alimentación rica en alimentos in natura, con bajo contenido de ultraprocesados, adecuado consumo de agua y respeto a tus señales de hambre y saciedad pueden mejorar tu salud y calidad de vida.

Yo me opongo a cualquier tipo de dieta restrictiva que no tenga como raíz la presencia de una intolerancia a cierto alimento debidamente certificada y verificada. Por eso, no creo que un alimento por sí mismo hace adelgazar o engordar.

La clave para llegar a tu peso saludable es reevaluar tu relación con la comida (y no someterse a estrategias milagrosas como esta de tomar agua con limón en ayunas). Pero tranquilo, no eres el único que está en esa búsqueda… son millones los que dan la batalla contra la balanza todos los días.

Soy nutricionista, doctora de la Universidad de Sao Paulo y a lo largo de mis 20 años estudiando neurociencias del comportamiento alimentario y nutrición, he compilado lecciones valiosas para quien desea volver a ver la alimentación como algo placentero y no estresante que sólo le genera culpa.

Son consejos prácticos como algunos de los que mencione en este artículo y muchas más comprendidas en mi programa Efecto Sophie de 6 semanas de video clases, materiales y actividades online.

Mi misión es que vuelvas a conectarte con tus sensaciones de hambre y saciedad. Además de ver que tener una alimentación saludable es más simple de lo que parece. Si tú

  • Estás cansado de hacer dietas restrictivas
  • Estás batallando contra la apariencia de tu propio cuerpo
  • Estás intentando adelgazar
  • Recuperaste todo el peso perdido una y otra vez
  • Tienes una relación difícil con la comida
  • O simplemente te gustaría aprender a comer mejor

¡Este programa es para ti! Comienza ahora mismo el programa online Efecto Sophie.

En resumen: ¡huye de las dietas milagrosas!

¡No creas en alimentos o recetas milagrosas! Normalmente estas no cumplen lo prometido y sólo sirven para hacerte sentir más desconectado con tus sensaciones de hambre y saciedad.

El agua y el limón pueden y deben hacer parte de un contexto alimentario saludable, ¡nunca esperes resultados milagrosos de esta combinación!

Bon appétit!

1 comentario. Dejar nuevo

  • Deseo tomar abundante agua pero suele caerme mal, posiblemente por mí gastritis q mantengo a raya con dieta y omeprazol. Porque el agua corriente q es potable produce ese efecto ? Unas gotas de jugo de limon la hace tolerable. Tengo 78 años saludables y con buena AF

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
Tienes que aprobar los términos para continuar

¿Qué comer?

Artículos relacionados